Páginas

domingo, 21 de abril de 2013

Soy mujer... a qué quieres que te rete?

Este fin de semana he estado en Sant Carles de la Ràpita (Tarragona), donde hoy se celebraba el triatlón Doble Olímpico de les Terres de l'Ebre. En esta ocasión, he ido como acompañante y "supporter" de mis compañeros de equipo Vane Moncayo y Robert Mayoral. La distancia era un poco rara: 3000m swim + 92km bike + 20km run, de los cuales se ha recortado el segmento de la natación para dejarlo finalmente en 1500m, alegando que la temperatura del agua estaba a 14,2 grados (demasiado fría). La competición ha sido amena y el día ha acompañado, así que todos hemos podido disfrutar de una gran jornada deportiva.

Mi llamada de atención respecto a este triatlón es que, de 306 participantes inscritos, únicamente había 11 mujeres. ONCE! Realmente chocante. ¿Dónde estábais hoy, chicas?
Es cierto que en todas las competiciones deportivas, el número de inscripciones de las féminas es menor respecto al de los participantes masculinos, pero poco a poco, vamos aumentando el número. Supongo que habréis visto muchas veces la imagen de cómo intentaron echar a Kathrine Switzer a empujones de una maratón, en 1967, ya que ésta se consideraba únicamente una prueba para hombres. 


Ha llovido mucho desde entonces, y poco a poco, las mujeres vamos adentrándonos en el mundo del deporte, consiguiendo logros que muchos (y muchas) no creían que fuésemos capaces. Y cada día más. Logros deportivos y logros personales, está claro. Las que antes sólo sabíamos de carreras a través del resumen deportivo en las noticias, ahora estamos atentas a la apertura de inscripciones de cualquier evento. Y allá vamos. Con mayor o menos destreza, con mayor o menor capacidad, pero estamos. Y entrenamos. Cada vez que salgo a entrenar, me encuentro con muchos grupos de mujeres que andan, mujeres que corren, mujeres que nadan, mujeres que se mueven! Y para eso no faltan iniciativas, como la de Cristina Mitre, directora de belleza de la revista Elle, que empezó juntándose con cuatro amigas en el parque del Retiro para correr y ha desatado un gran movimiento de runners femeninas (https://www.facebook.com/Mujeresquecorren). O las múltiples quedadas que organizan algunos clubes y asociaciones en las que sólo pueden participar mujeres. (y aquí aprovecho para informaros que el próximo domingo día 28, Triatletas en red (@triATLETASenred) junto a Challenge, realiza un reconocimiento "specially for women" del circuito del Half Challenge de Calella http://triatletasenred.com/reconocimiento-specially-for-women-del-half-challenge-barcelona/).

Bien, esta mañana sólo había 11 participantes femeninas "contra" 295 masculinos, pero han hecho el mismo recorrido, y han sufrido lo mismo. Y al fin y al cabo, tampoco se trata de retar, o de compararnos a los hombres. Únicamente se trata de demostrarnos a nosotras mismas que también podemos hacer deporte y sentirnos satisfechas por ello, y así seguiremos. Dando guerra.



domingo, 14 de abril de 2013

"Let's finish" - Robert Mayoral

Perdona amigo si te tomo prestada tu frase. Me viene bien para empezar a escribir hoy.

Esta mañana he corrido mi primera duatlón BTT en El Catllar. He sufrido un poco: la bici no era mía y me venia grande, le tengo pánico a una caída en la montaña, arrastraba un ligero dolor de rodilla, y había muchísima agua en el trayecto. Estas son las excusas hacia fuera. Ahora viene lo que me corroe por dentro. No he sido capaz de mantener un buen ritmo de carrera a pie. Me he cansado y en ocasiones, hundido. Se esperaba de mi un podio (yo misma me había ilusionado con eso!), pero sólo salir, he visto que era imposible. Así que me he dedicado a intentar gozar de la carrera. Al llegar a la meta, en ultima posición  me he visto sola, no había nadie, ya que estaban dando los premios. Y como si no hubiese competido, me he ido a buscar mi bolsa y he pululado un rato entre la gente. Nadie me ha felicitado ni me ha dicho nada. Pero tampoco era necesario (aunque ayuda). Así que he pasado, sin mas, por otra competición.
Y habiendo llegado a casa, y comprobar que, efectivamente había llegado en ultima posición,  lo he colgado en twitter, junto con una foto mía en el podio. En el numero 1. He llegado la última, y a partir de ahí  solo puedo mejorar. Cierto. He llegado la última. Pero HE LLEGADO.
Unas treinta competiciones llevare en poco mas de un año, y todas (menos una), las he acabado. Independientemente de la posición  No he tenido problemas mecánicos, no me he lesionado y no me he quedado en el sofá. Y esa es mi satisfacción de hoy. Esa es la lección que le saco. No haré un podio, pero si podré hacerme una foto en él habiendo sudado la camiseta.

lunes, 1 de abril de 2013

Rompepiernas


En terminología ciclista se dice que un terreno, un trazado o una carrera es rompepiernas cuando ésta alterna constantes subidas y bajadas y por tanto impide mantener un ritmo constante. Este tipo de terreno, obliga al ciclista a cambiar de ritmos y de posición en la bicicleta constantemente lo que produce un desgaste muy grande en el deportista.


Llevo unos meses (tres, concretamente), en estado de rompepiernas. Con subidas y bajadas de ánimo en todos los aspectos de mi vida, y como consecuencia, con un gran desgaste. No me gusta ser persona de altibajos, puesto que descoloca a los demás y a mi, principalmente, pero parece que no puedo hacer nada en contra de esto. Por mucha psicología que lea y estudie, mucha introspección y meditación, no llego a dar con la fórmula que me estabilice. Unos días soy Dr. Jekyll y otros Mr. Hyde. Y es horrible sentirse así. De nuevo, me consuelo diciéndome que cada bajón sirve para coger carrerilla para la subida siguiente, y que va a haber una mejora segura. Y esperando la mejora, seguimos con lo mismo de cada día, para no perder la costumbre.

A falta de 34 días para mi primera gran competición, me veo lejos de acabarla sin sufrir demasiado, que es el objetivo que persigo. Ayer me derrumbé en el primer intento de realizar el circuito ciclista, achacando un dolor de rodilla. El dolor existía, sí, pero un ánimo por los suelos puso el resto para hacerme dar media vuelta. Siento rabia y desespero por ver que el tiempo pasa y yo no me veo mejorar. Los que me rodean, me dicen que sí he mejorado, pero que yo no lo veo. Quizá tengan razón. Pero otro de mis males es la exigencia, la autoexigencia, puesto que quisiera conseguir lo que no puedo tener aún. Tiempo al tiempo. Dosis de paciencia para esta cabeza cuadrada. Sé que, como siempre, acabaré la carrera (si no me ocurre ningún problema mecánico en el sector de bici); quizá no con el tiempo deseado, quizá sufriendo más de lo que debiera. Pero sí seré finisher una vez más. Y ahí estarán mis tremendas incondicionales, diciéndome que sabían que lo iba a conseguir. Veremos... y esperemos. Y como siempre, intentemos difrutar del camino, que ya está visto que no sólo está lleno de rosas, sino que también hay piedras que tenemos que sortear.