Páginas

domingo, 14 de julio de 2013

Nunca hubo un primero sin un último

El día después de una competición, hay que hacer balance de los resultados, y con la clasificación en mano, veo que una vez más, estoy más cerca de los últimos que de los primeros puestos. Ayer disputé el Triatlón B Dream Agemaster de Palamós,  prueba de triatlón para deportistas populares, pero enmarcada dentro de las competiciones ITU World Cup 2013. Yo competía por grupos de edad, y el ganador de cada uno de ellos, se llevaba 300€, un buen premio si tienes la opción de disputarte ese primer puesto, bastante lejos de la realidad, en mi caso... En mi categoría, éramos 11 chicas, de las cuales acabamos 9, recorriendo un total de 1400m nadando (1780m en mi caso...) en dos vueltas con salida a la playa, 40km en bici (36.80km según mis datos) dando 4 vueltas a un circuito nada llano y 10km corriendo (10.600 para mi), con 4 vueltas por el paseo marítimo. El recorrido de natación era fácil, puesto que el mar estaba totalmente en calma. Salí con ganas y braceando rápidamente, como en una serie, y me situé bastante bien, pero enseguida me cansé y empecé con mi nado lento y tratando de deslizar, cosa que no conseguí y acabaron adelantándome hasta las medusas (que no había). El tramo de salida a la playa y posterior carrera, fue durísimo. Si ya sales del agua cansada, correr por la arena estruja aún más. Completé mi segunda vuelta con calma y me dirigí a boxes, haciendo una transición de 500mts.


Una vez allí, cogí mi bicicleta y salí a ver qué pasaba, si había solucionado los ruidos de la semana anterior y cogía más confianza. Resultó que no. La bici seguía con su musiquita, y me topé con un circuito urbano mal asfaltado y lleno de badenes. Y con alguna subida inesperada. Al terminar la primera vuelta, miré mi reloj y únicamente marcaba 10km, lo cual quería decir que debería dar 4 vueltas, cuando yo creía que únicamente eran 2. Me fue imposible engancharme a la rueda de nadie, e incluso en mi tercera vuelta, me giré y vi las motos de policía, gritándome "Cabeza de carrera!", por lo cual tuve que apartarme y dejar paso a un grupo de chicas que me arrancaron las pegatinas. 


Completando el recorrido en 1h20', me dispuse a la carrera a pie. De lejos oí al speaker que comentaba las características de la prueba olímpica "4 vueltas en bici y 2 corriendo", y pensé que ésto ya lo tenía hecho. Sólo empezar a correr, veo a Vane delante de mi, con su ritmo constante y rapidito, pero me es imposible darle caza. Ella estaba ya en su segunda vuelta y cuando nos cruzamos, me grita "son 4 vueltas, no?", a lo que yo le respondí un "pero qué dices???" Y, realmente, sí eran 4 vueltas. Dando mi segunda, pensé en abandonar. El calor era casi insoportable y me dolía mucho un pie. Pero seguí adelante, restando metros y pensando en recorridos entrenados de distancias similares.


Mi ritmo no era alto en absoluto, yendo a 6'/km, y manteniendo una media de 166ppm. Quizá podría haber apretado más, pero tenía mucho miedo a desfallecer por el calor. Así que seguí con mi trote. El último km se me hizo eterno, y vi que iban a salir unos cuantos metros más. Cuando ya estás fijada en una distancia, y con ganas de acabar, esos metros de regalo son un verdadero castigo. Así que acabé rezando a alguien en el cielo y llorando y subiendo las ppm hasta 189, encaré la rampa de llegada a meta. Una alfombra azul nos recibía, gradas a un lado, pantalla gigante, gente aplaudiendo, y un arco azul, donde ponía Copa del Mundo. Entré dedicando la llegada a alguien que no lo va a saber hasta que no encuentre la foto finish o el vídeo. No había ganado ninguna copa, y viendo la clasificación, disto mucho de hacerlo, pero una vez más, me queda una leve satisfacción por haber acabado. Pero a qué precio. Hoy me duele mucho el pie, casi no puedo andar; mi bicicleta hace ruidos, y mis tiempos son nefastos. Con rabia, pienso en que no voy a abandonar, que hay que entrenar más. Pero algo debo estar haciendo mal. Cumplo todos los entrenos, en las cantidades y tiempos marcados; me siento satisfecha por ello, pero aún y así, no obtengo resultados. Y es muy duro ver que, clasificación tras clasificación, tengo que empezar a buscar mi nombre por la cola. Viendo ésto... no puedo plantearme una prueba mayor. No por no acabarla, porque sé de sobras que sí lo haría, pero no quiero estar sufriendo durante quince horas. Me queda una semana para decidirme y aún tengo que hablar con mi entrenador. Ahora mismo, a pesar de los mensajes de ánimo que estoy recibiendo, mi cabeza y mi cuerpo están por los suelos. Estoy en un club donde su lema "Where Is The Limit?" me ha hecho tirar siempre hacia delante. Ahora tendré que volver a tirar de él porque no he encontrado mi límite físico, pero el mental empieza a estar desgastado, hoy por hoy.


1 comentario:

  1. Mucho ánimo en tu camino, no desfallezcas y el día menos pensado te saldrá tu mejor carrera. Mientras vas acumulando experiencias y aprendiendo de los errores, nunca ir hacia atrás, siempre delante. Esa es la clave.

    Un saludo.

    ResponderEliminar